Traducción Digital ¿Cómo nace y en qué consiste?

Es innegable que nuestra sociedad está inmersa en una revolución digital que ha impactado a nivel social, cultural y económico a todo el planeta. Los procesos y negocios tradicionales han cambiado y evolucionado hasta un punto en el que muchas de sus tareas, comunicaciones y transacciones se realizan a través de internet.

El nuevo orden que se ha generado a nivel global ha hecho que la forma de relacionarse de las empresas tanto con los usuarios como con otras empresas haya cambiado de manera radical. La globalización tecnológica ha supuesto que los clientes estén mucho más informados que antaño, teniendo la capacidad de escoger entre miles de opciones y comparar cuál les satisface mejor. Esto ha creado una nueva forma de comunicación entre empresas y clientes, además del nacimiento de nuevas empresas o modelos de negocio con soluciones distintas a las aportadas hasta el día de hoy por los modelos de negocio tradicionales.

 

¿Qué supone la revolución digital para mi negocio?

 

La importancia del marketing en las empresas ha aumentado exponencialmente si pretendemos expandir nuestro negocio y comunicarnos con nuestros clientes en su idioma nativo. Es por ello que en el sector digital y, más concretamente, en el sector del marketing digital, la labor de traducción se considera una de las más relevantes para la imagen de nuestra marca y la comunicación con nuestros clientes.

Las necesidades que se requieren de los traductores en el mundo digital son infinitas, desde traducción de páginas web, e-commerce, posts, newsletters, campañas de publicidad, etc.

Actualmente, la posibilidad de competir en un mercado global está al alcance de cualquier empresa, por pequeña que sea. Las webs internacionales requieren un trabajo de traducción y optimización según el país en el que las queramos ubicar, pero su creación y los recursos nunca han estado tan al alcance de la mano como lo están ahora.

El nacimiento de la web de un negocio en el país local se ha facilitado mucho gracias a sistemas de gestión de contenidos como WordPress, Joomla… Y lo mismo podemos decir de la gestión de los e-commerce gracias a programas como PrestaShop o Magento. Todas estas herramientas han facilitado la presencia de cualquier tipo de negocio en internet, si bien es cierto que el trabajo para que esa presencia se convierta en un negocio real y rentable depende de muchos otros factores que se deben trabajar, como pueden ser el SEO, las campañas publicitarias, la optimización del e-commerce, las estrategias de marketing, etc.

 

¿Qué importancia tiene el idioma a la hora de vender en la era digital?

 

Para analizar el impacto que nuestro negocio online va a tener en los diferentes países en los que decidamos operar, tenemos primero que analizar qué es lo que requieren y necesitan los usuarios de esas localizaciones para navegar y consumir en nuestras plataformas digitales.

No hay duda de que a nivel global el rey de los idiomas es el inglés, por lo que los servicios de traducción que solicitamos deberían incluir, en la mayoría de los casos, la adaptación a este idioma. Es posible que, dependiendo del presupuesto y de lo ambicioso que sea el proyecto, no tengamos capacidad para traducir a todos los idiomas de los países en los que vamos a operar (si bien es recomendable), por lo que una web en inglés es el parche que se suele utilizar para conseguir dar una información básica en un idioma que se maneja en la mayoría de las localizaciones del mundo.

Sin embargo, nos encontramos con datos que reflejan que la mayoría de los usuarios prefieren navegar en su lengua materna (en muchos casos porque no conocen otra). Un estudio de la Comisión Europea declaró que 9 de cada 10 usuarios siempre visitaba antes una web en su idioma propio que una web en otro idioma. El mismo estudio declaraba que el 42 % de los internautas nunca compraba en una web en idiomas que no estuviera en su idioma natal, por lo que las posibilidades de vender productos en una web que no esté bien traducida se reducen casi a la mitad.

En este sentido, la digitalización requiere de servicios de traducción profesionales, no ya para aparecer en las webs a nivel global, sino para que esas apariciones sean profesionales y aporten el mismo valor al usuario en el idioma de destino que el que le estamos aportando a los usuarios en el país de origen del negocio.

Todas estas necesidades se multiplican cuando hablamos de países donde el idioma predominante es mucho más fuerte que en mercados como el europeo (hablamos de potencias como China, Rusia o EEUU), por lo que dependiendo de los objetivos de crecimiento que marquemos a nuestro negocio digital debemos dar prioridad a ciertas lenguas u a otras.

El mundo digital ha llegado para quedarse, y la competencia es cada vez mayor, por lo que la calidad de nuestro trabajo va a marcar la diferencia respecto a nuestros competidores.