Riesgos de la IA en el sector de la traducción y la interpretación
Aunque la inteligencia artificial (IA) ha supuesto un impacto repentino para diversos aspectos de nuestras vidas y ofrece una gran ayuda en múltiples tareas, conviene tener en cuenta que llevamos mucho tiempo usándolo, solo que ahora es más accesible. En este artículo nos centraremos en comentar y analizar algunos riesgos de un mal uso de la IA en el sector de la traducción y la interpretación.
La influencia de la inteligencia artificial
En pleno siglo XXI ya estamos plenamente acostumbrados a la digitalización y los avances tecnológicos. Esto ha generado cierta impermeabilidad en nuestros cerebros a la hora de recibir nuevas herramientas como la Inteligencia Artificial. No obstante, es muy importante mantener cierta conexión con la realidad, no dejarnos llevar por la euforia del progreso tecnológico y reconocer los riesgos y el impacto que la IA puede suponer para la traducción y nuestro trabajo.
La irrupción y desarrollo de la IA no significa la desaparición del trabajo humano, pero sí que deberemos aprender a utilizarla con nuestra inteligencia para potenciar nuestro trabajo y no sustituirlo. Recordemos que la IA no es ni inteligente ni artificial.
Concretamente en el sector de la traducción y la interpretación los peligros son relativos, puesto que creemos firmemente en que la perfección de un traductor especializado profesional no puede igualarse mediante herramientas de traducción automática, por ejemplo.
A continuación, enumeraremos algunos de los principales riesgos de la IA en la traducción y la interpretación.
La traducción automática: una herramienta imprecisa
Aunque la traducción automática proporcionada por IA es una opción muy popular y utilizada, es importante tener en cuenta que sus resultados rápidos y accesibles no son siempre precisos. Esto implica que debemos utilizarlo con inteligencia y responsabilidad, siendo conscientes de que no es infalible y que para ciertos contenidos especializados no es una opción fiable.
Aunque la IA ha sido capaz de seguir mejorando la traducción automática durante los últimos años, no está aún exenta de errores, siendo una buena herramienta complementaria a la traducción profesional humana, pero en ningún caso sustitutiva. La labor de un especialista como verificador de la exactitud de un contenido es necesaria tanto al redactar contenido original en un idioma como a la hora de traducirlo.
Por otro lado, también debemos tener en cuenta la interpretación simultánea, una tarea que la IA de momento no es capaz de realizar de forma eficaz. El tipo de contenido que se trata en una interpretación en el mundo corporativo a menudo cubre últimas tecnologías o descubrimientos que ni siquiera se encuentran documentados en internet, de donde extrae la IA su material. La labor de estudio y preparación terminológica que realiza cualquier intérprete no tiene parangón. Por eso es uno de los servicios más complejos y demandados de las agencias de traducción como Nuadda. Estos profesionales deben contar con una comprensión total y profunda del contexto, no solo del idioma, además de ser capaces de interpretar a tiempo real con la dificultad que eso conlleva.
Pérdida de contexto y sutileza
La IA tiene una base de datos inmensa, aunque no tiene los conocimientos culturales, empatía o sensibilidad de un traductor humano. Esto provoca que una traducción por inteligencia artificial en ocasiones no tenga en cuenta el contexto cultural del idioma al que se está dirigiendo, los sesgos de género ni las emociones que desea despertar a partir del tono y expresión corporal del hablante, en el caso de la interpretación.
La traducción humana profesional no solo está especializada en cada sector en el que trabajamos, sino que ofrece una sutileza y precisión aún no logradas con el trabajo único de la inteligencia artificial.
Traducir literalmente palabras y frases puede ser útil para realizar traducciones rápidas para conocer por encima lo que nos dice un texto en una lengua que desconocemos, pero no cuando son necesarios esos matices y expresiones que convierten una traducción mediocre en una de alta calidad. Además, confiando en estas herramientas de traducción automática, corremos el riesgo de provocar malentendidos con expresiones imprecisas o inexistentes en el idioma de origen.
Cuidado con la privacidad de nuestra información
Uno de los principales peligros de confiar la traducción a herramientas de traducción de inteligencia artificial es que estas son mucho más permeables a hackeos y robos de información.
Hoy en día, la confidencialidad de datos supone una de las principales preocupaciones para empresas y usuarios. Por eso, es importante que seas consciente de que tu información puede estar comprometida si la compartes con una de estas herramientas.
Posibles errores graves del algoritmo
Por último, debemos destacar que como toda tecnología digital basada en algoritmos, pueden existir errores. Un error en el algoritmo de una plataforma de inteligencia artificial de traducción puede provocar graves problemas, traducciones erróneas o, incluso, ofensivas.
El factor humano sigue siendo fundamental y determinante
Conociendo todos estos riesgos queda clara la importancia del factor humano y la traducción profesional especializada. Debemos considerar estas herramientas como una forma de facilitar el trabajo, pero siempre teniendo en cuenta que estos peligros existen y que deberemos confiar en traductores profesionales si queremos un trabajo fiable y preciso.
Es cierto que la IA está modificando el paradigma actual y que toca amoldarse a ello y no negar la realidad. Aun así, los profesionales humanos siguen siendo irremplazables en la mayoría de casos. Si estás buscando un equipo de traducción especializada para tu empresa, no dudes en ponerte en contacto con Nuadda y contratar el servicio de traducción o interpretación que más te convenga.