Errores ortográficos y de traducción

La forma en la que una empresa u organización se expresa de manera escrita va a
generar confianza y transmitir profesionalidad o, por el contrario, puede repercutir en
la imagen de nuestra marca y afectar negativamente a las ventas. En el mundo que
vivimos, cuando se vende o se comunica en Internet, el 99 % del tiempo se hace de
manera escrita, así que si no cuidamos la ortografía de nuestros sitios web, los
errores nos condenarán, más aún si estos sitios son multilingües. En estos casos en
concreto, además de obtener resultados SEO muy pobres, utilizar un traductor
automático puede hacer que nuestra web sea un desastre en otros idiomas.

 

La importancia de los errores de ortografía en cualquier sector

 

Hoy en día los errores ortográficos están a la orden del día debido a la cantidad de
contenido que se publica diariamente tanto en medios digitales como en redes
sociales. La rapidez y las prisas provocan que, en ocasiones, no revisemos
concienzudamente el contenido que vamos a publicar y se nos escape algún error
ortográfico. Pero, ¿cuál es la importancia real de este tipo de despistes?

La respuesta es que la importancia que tienen los errores ortográficos es muy alta.
Podemos estar trabajando la imagen de nuestra marca durante meses, incluso
años, y con un simple desliz conseguir que se nos conozca únicamente por ese
desafortunado episodio en el que pusimos “vaca” con “b”. La posibilidad de que
nuestros desaciertos se conviertan en un meme viral es una de las desventajas del
mundo digital y, por ello, si queremos que nuestros clientes nos tomen en serio,
tenemos que dar sensación de profesionalidad en todo momento.

Otra de las consecuencias más negativas que puede tener el mal uso de la
ortografía está relacionada con el posicionamiento SEO de nuestro sitio web. La
consecuencia principal de tener palabras o keywords mal escritas es que Google no
mostrará los resultados a los usuarios que estén realizando búsquedas relacionadas
con nuestros servicios, lo que significa que nunca llegaremos a ver a muchos de
nuestros clientes potenciales.

 

Razones para la desconfianza

 

Cuando un cliente se encuentra que la gramática de un determinado sitio web no le
genera confianza puede ser por varios motivos:

1. Se han utilizado traductores automáticos.
2. La persona que redacta los contenidos lo está haciendo en una lengua de la
que no tiene el nivel necesario.
3. La redacción de contenido con muchas faltas de ortografía pueden venir
asociados a estafas.
4. Demuestra poca profesionalidad.

 

La ortografía como escaparate de nuestra profesionalidad

 

Este último punto es quizás el que más repercusión económica ha tenido en las
empresas a lo largo de la historia. Lo cierto es que, si tenemos que elegir entre una
web visualmente atractiva, con los contenidos bien ordenados y con una gramática
impoluta y una web donde los contenidos están desordenados y los fallos
ortográficos abundan, nos vamos a decantar sin dudar por la primera. Al igual que
nos sentiremos más cómodos cuando la persona que nos intenta vender algo se
expresa correctamente y con un tono de voz adecuado que cuando un vendedor
chilla y emplea un lenguaje inadecuado, la falta de errores ortográficos generará
confianza y el cliente estará mucho más abierto a escuchar qué es lo que podemos
ofrecerle.

La relación con los clientes no siempre es fácil. El trabajo que hay que realizar para
conseguir que te otorgue su confianza puede conllevar mucho tiempo y esfuerzo. El
cliente construye su confianza sobre todo lo que ve, lee y escucha sobre nosotros y,
si todas esas formas de comunicación desprenden profesionalidad, el cliente va a
determinar que la calidad de nuestros servicios es la que necesita.