Cómo conseguir la mejor traducción profesional de una app
¿Qué debo tener en cuenta si voy a traducir la app de mi negocio?
Para la traducción de una app vamos a necesitar un profesional, al igual que en otro tipo de traducciones de nuestro negocio como la web o la tienda online.
La labor de traducción de una aplicación móvil o app, sin embargo, es mucho más profunda de lo que en un principio podría llegar a parecer. No se van a traducir únicamente los textos y la información del idioma de origen al idioma deseado, sino que, además, se trabajará en que los códigos de programación estén en el idioma adecuado, en que la fecha y hora sean las correctas, en que la moneda sea con la que se realizan las transacciones en el país de destino y en que no se usen caracteres especiales que no modifiquen la información que queremos en el idioma de destino.
Ni falta hace comentar que el uso de smartphones cada día es más elevado. El porcentaje de personas que acceden a internet desde el móvil ya es superior al de los usuarios que lo hacen desde el ordenador, por lo que los comercios se deben adaptar y conseguir que, independientemente del dispositivo, su mensaje llegue de forma clara.
Sin embargo, y siendo conscientes de hacia dónde va el comercio online y la importancia que están adquiriendo las apps en nuestro día a día, las tiendas de aplicaciones móviles están repletas de traducciones de muy mala calidad en más ocasiones de las que nos gustaría reconocer.
¿Cómo puede ser que una app de una empresa tenga errores?
A la hora de realizar una traducción nos encontramos con muchas barreras, como peculiaridades del idioma, terminología, diferencias culturales y muchas más variables del mercado de destino que no podemos abarcar. Es por eso que debemos acudir a un servicio de traducción profesional y por lo que, cuando no lo hacemos y se efectúa una traducción automática para salir del paso, nos encontramos con muchos problemas de comprensión e incluso podemos perder nuestra reputación como marca.
Pues bien, todas estas barreras se multiplican a la hora de trabajar con una app móvil, ya que, como hemos comentado previamente, las variantes a tener en cuenta son muchas y los problemas que se nos pueden plantear no se van a poder resolver a no ser que tengamos a los mejores profesionales a nuestro lado.
Uno de los escollos que nos vamos a encontrar, por ejemplo, es el diseño de la app y el espacio que este deja para el contenido. Cuando se desarrolla una app, en ocasiones no se tiene en cuenta que los textos en otros idiomas van a ocupar un espacio distinto y eso complica la labor del traductor. Los textos en español, por ejemplo, suelen ocupar más espacio que los que están redactados en inglés, por lo que si vamos a trabajar en diferentes idiomas tendremos que tener en cuenta esas diferencias.
Otro de los problemas que surgen está relacionado con la cantidad de permisos y leyes que se necesitan para operar en internet y, específicamente, en una app o una tienda online. Es importante que los textos estén bien traducidos dentro de la aplicación para que no haya ningún tipo de malentendido con los clientes que pueda derivar en denuncias y pérdidas tanto económicas como de imagen de marca.
Previamente hemos comentado que para la traducción de las aplicaciones móviles se necesitan tener en cuenta muchos factores y que debemos adaptarnos a la cultura a la que nos dirigimos y entender el público que va a utilizar la app. Este proceso se conoce como “localización”, un nombre que se utiliza para describir traducciones en las que se debe tener conocimientos técnicos y digitales para adaptarse al mercado objetivo.
Las apps van a dominar el mercado digital, por lo que tenerlas optimizadas en cada uno de los lugares donde pretendemos generar negocio es una obligación si queremos mantener la calidad de nuestros servicios, independientemente de la nacionalidad de nuestros clientes.