¿Cómo nació el castellano? Origen de un idioma universal
Las estadísticas más recientes aseguran que el español es el segundo idioma del mundo con más hablantes nativos, tan solo por detrás del chino mandarín. Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para esta lengua. Los orígenes del español (o del castellano, según se prefiera) vienen de muchos siglos atrás, y en concreto de una región muy determinada del norte de la Península Ibérica.
El castellano es una lengua romance de tipo ibérico. Las lenguas romances son aquellas que derivan del antiguo Imperio Romano y sus conquistas. El castellano, el francés, el rumano, el italiano, el portugués, el gallego o el catalán son lenguas romances, pues todas derivan del latín (del latín vulgar, para decirlo con mayor precisión).
El castellano, un origen más antiguo que los romanos
El ejército del Imperio Romano alcanzó la Península Ibérica en el 218 a.C. Durante los siglos posteriores, las tropas romanas conquistaron Hispania derrotando a sus anteriores ocupantes (fenicios, vascos, cartagineses, griegos e íberos). Como consecuencia de la invasión, el latín vulgar, que era el idioma que hablaban los soldados, se extendió por todo el territorio, aunque mezclándose con las lenguas de los pueblos anteriores. De las sociedades prerromanas mantenemos palabras como “cabaña”, “cerveza”, “salmón” o “barro”, entre muchas otras.
Siglos después, en torno al 400 d.C., los bárbaros (pueblos de origen germano) invadieron la Península y los romanos fueron expulsados. De estas culturas centroeuropeas mantenemos términos como “guerra”, “orgullo”, “jabón” o “toalla”.
Una ocupación musulmana y el nacimiento del castellano
En el 711 los musulmanes ocuparon la Península y se mantuvieron en ella durante ocho siglos. Como es sabido, esta cultura que venía del norte de África fundó Al-Ándalus, una sofisticada civilización que llegó a dominar casi todo el territorio peninsular. De aquel periodo aún mantenemos palabras de origen árabe que están presentes en nuestro idioma. “Azúcar”, “aceituna”, “alcalde”, “jarabe” o “jinete” son algunos ejemplos.
Los estudios dicen que el castellano nació en torno al siglo IX en una zona muy específica de España, entre el sur de Cantabria y el norte de Burgos. En un principio, el castellano era un dialecto romance que convivía en la Península junto con otros similares a él, como el galaico-portugués, el astur-leonés o el catalán.
Alfonso X, Antonio de Nebrija y Covarrubias, figuras capitales del español
La variante castellana del latín vulgar comenzó a evolucionar hasta terminar afianzándose en el centro peninsular durante los siglos IX y XX. Sin embargo, la estandarización del idioma castellano no se producirá hasta el siglo XIII, cuando el rey Alfonso X, conocido como “el Sabio”, convirtió a Toledo en la capital del español.
Dos siglos más tarde, en 1492, Antonio de Nebrija publicó su Grammatica. Esta obra afianzó el español como lengua oficial del Reino. Además, el texto de Nebrija fue el primer libro que intentó estudiar y comprender la gramática de un idioma europeo.
119 años después, en 1611, fue publicado el primer diccionario de la lengua castellana. El trabajo se llamó Tesoro de la lengua castellana o española, y fue obra del erudito toledano Sebastián de Covarrubias.
El castellano en América y su posterior expansión mundial
Como hemos visto, el latín no llegó a la Península de manera casual, sino que entró en el territorio como consecuencia de la conquista romana. Pues bien, el castellano se introdujo en América Latina por un proceso similar. Los españoles, al desembarcar en un continente aún desconocido para ellos, impusieron su idioma sobre las lenguas nativas. Por fortuna todavía conservamos algunas palabras de herencia amerindia, como “canoa”, “cacique” o “hule”.
Hoy en día el español es uno de los idiomas más hablados del mundo. Las estimaciones aseguran que 483 millones de personas tienen el español como lengua nativa, lo que la convierte en la segunda con más hablantes nativos del mundo. Además, en la actualidad se calcula que en torno a 580 millones de personas hablan español, es decir, casi el 8% de la población mundial.
Y por si no fuera suficiente, el español es la tercera lengua más empleada en el mundo online. Nuestro idioma, que es hablado en todos los continentes del planeta, es un idioma universal al que no se le pronostica otra cosa que seguir evolucionando y aumentando su influencia.
Por este motivo, los trabajos de traducción que involucran al español son cada vez más frecuentes y demandados. La traducción más común del castellano es al inglés debido a la cantidad de documentos, sitios webs y textos que se necesitan en ambas lenguas, si bien en Nuadda hacemos con mucha frecuencia traducciones de castellano a otros idiomas, principalmente al francés, alemán, inglés e italiano.