Herramientas de traducción
El trabajo de traducción exige dedicación, paciencia y un conocimiento muy amplio de los idiomas. Pero no es solo vocabulario y gramática, es necesario interpretar, comprender y, en muchos casos, saber definir el sentido de un texto.
Cuando nos enfrentamos a la traducción de un texto más técnico, nos encontramos con lenguajes propios (como el náutico, el económico o el legal), con cambios en divisas, medidas y valores numéricos e incluso debemos enfrentarnos, en ocasiones, a tiempos y ritmos de vida diferentes.
El mundo de la traducción es duro y apasionante, pero como suele ocurrir en la vida real, los problemas más habituales son los que nos encontramos a diario. Muchas veces, antes que la gramática, antes que el significado, tenemos que rompernos la cabeza con el formato.
Por suerte nos encontramos en la era de la tecnología y de internet. Podemos recurrir a muchas herramientas que nos ayudan en nuestro trabajo. Y uno de los principales escollos que debemos superar es trabajar con los textos originales, por ejemplo, el archifamoso, y a veces odiado, PDF. También puede tratarse de fotos o direcciones URL que nos obligan a usar la artillería pesada.
Programas comerciales como memoQ, Memsource, SDL Studio o Wordfast Pro nos permiten transformar los archivos PDF a formatos editables con los que podemos trabajar. Existen otras aplicaciones, muchas de ellas online, que nos permiten convertir otros formatos diferentes a PDF. Algunas de ellas son Zamzar, Cloud Convert, Docspal o Convertio, una versión más profesional.
Herramientas TAO (Traducción asistida por ordenador)
Este tipo de herramientas crean un repositorio con las traducciones realizadas que servirá de base para posteriores actualizaciones de los textos recibidos. Suelen llevar integradas aplicaciones de gestión de terminología, que facilitan la consistencia, especialmente si el encargo de traducción debe realizarse entre varios traductores. Esto suele pasar por exigencias en el tiempo de entrega.
Herramientas OCT (Reconocimiento óptico de caracteres)
Puede pasar, sin embargo, que el texto no nos llegue en un documento de texto. Las herramientas TAO no son eficaces en estos casos y debemos recurrir a aplicaciones que permitan “leer” los caracteres y transformarlos a un formato editable.
La opción profesional es ABBY FineReader, capaz de convertir archivos PDF y transformar imágenes en textos editables. También existen opciones menos potentes pero muy precisas, como las que ofrecen Free OCR to word (con una precisión cercana al 98%) o Super Geek free document OCR (que supera el 99%). Además, muchas de estas herramientas estás habilitadas para trabajar en una considerable cantidad de idiomas.
Herramientas de conversión para traducción
En muchas ocasiones necesitamos aplicaciones para temas más concretos. A veces un texto puede ser sencillo en traducción, pero muy pesado en conversión de medidas o divisas (facturas, tablas numéricas). En esos casos podemos recurrir a diversas herramientas:
Conversión de divisas
El más conocido es XE Currency Converter, pero hay otras como Oanda o ConvertWorld.
Conversión de medidas
ConvertWorld también tiene una opción para medidas y también podemos recurrir a Metric conversions.
Por suerte, vivir en la época Google facilita mucho estas tareas y el propio buscador a menudo nos da la respuesta.
Por último, no debemos olvidarnos de los husos horarios. Traducir lleva muchas veces implícito el vivir en horarios diferentes. Las fechas de entrega o el tiempo para conversar con los clientes pueden ser un verdadero quebradero de cabeza si no usamos herramientas como SpaceTime o Timeandate. A veces, el tiempo es el más peligroso de los enemigos.
El trabajo de traducción es arduo, complejo y detallado. Los diferentes sistemas y formas de trabajar de cada idioma y país suponen un reto extra.
En Nuadda pensamos que estar al día en el uso de herramientas es un activo en nuestro servicio de traducción profesional.